Una prueba acreditaría que Emerenciano le pagó a Obregón por colaborar con el crimen

Él  sostuvo en esa ocasión que no tenía conocimiento de lo que pasó en su propia casa con su nuera, y lo mismo afirmó Marcela Acuña, quien viene reclamando su libertad y la de su esposo, endilgando toda la responsabilidad del crimen al hijo de ambos.

En sintonía con ese planteo, los seguidores del excandidato a diputado están desde hace días marcando presencia frente a las fiscalías porque se debe resolver, ante el Juzgado de Garantías a cargo de Héctor Horacio Sandoval, si el matrimonio piquetero debe continuar preso. Afirman que Emerenciano nunca supo de lo que había pasado con Cecilia y que es un «preso político».

Pero una prueba más se sumó a las doscientas que constan en el expediente por el homicidio de la joven de 28 años, y cuya investigación encabeza Jorge Cáceres Olivera. Se trata de una transcripción de los audios de WhatsApp entre Sena y su secretario y chofer Gustavo Obregón. La pericia estuvo a cargo de la división Cibercrimen de la Policía del Chaco con el sofware forense UFED. 

Los mensajes se cruzaron el 2 de junio, el día en que Cecilia fue vista por última vez con vida, mediante una cámara de seguridad instalada frente a la casa de los Sena que registró el momento en que la chica ingresaba a ese domicilio, minutos después de las 9 de la mañana. Nunca más se la vio salir.

LOS MENSAJES

Se peritó el celular Samsung A12 , modelo SM-A127M , número de IMEI 3543246982143639, que fue usado por Sena, bajo el  alias «Robert».

Según el EFE, el crimen de Cecilia ocurrió el 2 de junio entre las 12: 13 y 13:01. Sena envió el mensaje a Obregón a las 13:04. » Gustavo, lo de ómicron te voy a dejar en el reloj abajo donde están los focos esos de hoy, porque yo te dije», es el primer audio que mandó el dirigente a su ayudante  Obregón, el cual, cuando declaró, contó con lujo de detalles, cómo ayudó a César a llevar el cuerpo hasta el campo de Sena y Acuña, y todo lo que pasó en los días siguientes.

Obregón , también, refirió «el bulto».  El siguiente mensaje fue: » Asi que César va a Colonia Elisa con la Riti, creo que va, o sea que va a cambiar de menú hoy y después va a venir a dormir acá en casi, asi que estate mucho en contacto con él, cosa que cuando llegue te pegás a él y tratá de que se quede acá».

«Comele la oreja que se quede, porque me pica que está teniendo un drama por ahí sabes. Ocupate de eso, de él. No le digas a nadie de eso, que quede entre vos y yo nomás, nos vemos», le dice Sena.

A las 13: 13  con 32 segundos, Sena larga otro mensaje: «Contestame si entendiste lo que te dije», y Obregón , sin muchos rodeos le responde: «ok, ok».

¿NO SABÍA NADA?

Esta es una de las pruebas que aportó el equipo de Cáceres Olivera a la causa, una pericia que entre otros indicios, robustece la acusación de que Sena supo en todo momento lo que había pasado en su casa , y que también sería parte de ese «acuerdo de voluntades» que el Ministerio Público construyó con la investigación, donde la hipótesis es que el clan Sena planificó el homicidio, emboscando a Cecilia con ese falso viaje a Ushuaia y que el encargado de introducirla en la vivienda fue César, esposo de la joven, a las 9:16 de aquel día.

En el equipo fiscal, además, se cree que esta transcripción sugiere que que poco después del homicidio, Sena, como jefe , le indica a Obregón donde le dejó , aparentemente un pago para involucrarse en el descarte del cuerpo de la mujer , hablando en códigos ante el temor de que su teléfono pudiera estar intervenido o bajo la presunción de que si el crimen salí a luz ese dispositivo podía ser chequeado judicialmente.

Por eso, los investigadores están convencidos de que referencias como lo de «omicron» o el «cambio de menú» de César son, claramente, intentos de disimular lo que realmente se estaban diciendo Sena y Obregón en un momento crítico de aquel 2 de junio. Y, sobre todo, derribaría el argumento de que el jefe del clan ignoraba lo que había sucedido con Cecilia.