Debate entre los principales candidatos: más tranquilo que el anterior pero con varios cruces

Jorge Capitanich, Leandro Zdero y Gustavo Martínez mantuvieron momentos de fuego cruzado, pero el segundo y último debate entre los principales aspirantes a la gobernación tuvo niveles de tensión mucho menores a los de la semana pasada. Las elecciones son el 17 de septiembre.
Jorge Capitanich, Leandro Zdero y Gustavo Martínez protagonizaron anoche el segundo y último debate público rumbo a las elecciones del 17 de septiembre, donde estará en juego la gobernacion del Chaco. Fueron dos horas y media de una ronda que no estuvo desprovista de críticas cruzadas, ironías y chicanas, pero en las que las propuestas se pusieron en primer plano.
En ese sentido, el debate televisivo mostró esta vez niveles de confrontación muy inferiores a los del duelo de la semana pasada, en Charata, en el cual los postulantes -en especial Capitanich y Zdero- protagonizaron momentos de mucha aspereza y con expresiones descalificadoras.
Las tres figuras cuidaron los lineamientos que consideraron más convenientes para su posicionamiento ante el electorado. Capitanich defendió sus tres gestiones gubernamentales y pidió el voto para completar transformaciones, mientras que Zdero puso en duda los resultados expuestos por el gobernador y prometió cambios y Martínez buscó mostrarse como una alternativa más contenedora de la diversidad política.
SIN SALUDARSE
Antes del inicio de la televisación, los candidatos llegaron a la sede del debate en diferentes momentos. No se saludaron antes del comienzo de la transmisión -efectuada por Canal 9- ni durante ella. Puntualmente, a las 21, comenzó el encuentro.
Los dos debates entre candidatos, como se sabe, se realizan en el Chaco por imperio de una ley que obliga a realizarlos e impone a los candidatos más votados el compromiso de participar en ellos. La normativa y su reglamentación determinan de qué manera deben ir haciendo uso de la palabra y qué tópicos deben abordar en cada bloque.
En el inicio, Capitanich habló de «tres grandes objetivos» para el período 2023-2027: entregar 50.000 títulos de propiedad urbana, construir 20.000 viviendas y llegar a los 200.000 empleos privados formales en la provincia.

Martínez, luego, se presentó como procedente «del auténtico justicialismo». «Si querés votar algo nuevo, no tengas miedo», invitó el candidato de la Corriente de Expresión Renovada (CER). Zdero, a continuación, cuestionó el contexto de «seguridad, inflación, falta de oportunidades» y dijo que en caso de ganar las elecciones quiere dejar atrás «esta provincia de impunidad y oscuridad».
Ya en el capítulo sobre empleo y promoción social, Capitanich declaró la meta de «reducir la informalidad laboral» y «transformar planes sociales en empleo digno» mediante el desarrollo de veinte cadenas de valor. «Garantizamos la inserción de muchas personas que sin la ayuda del Estado estarían excluidas», dijo el gobernador, candidato del Frente Chaqueño.
PIQUETES EN ESCENA
Martínez, seguidamente, cuestionó «la estadodependencia que hace que todo dependa del Estado directa o indirectamente» y propuso «liberar a las 100.000 personas que hoy dependen de planes o programas. Necesitamos liberarlos del abuso a que son sometidos por parte de punteros políticos y dirigentes piqueteros que se hacen millonarios».
El referente de la CER volvió varias veces sobre el tema del espacio ganado en la provincia por los movimientos sociales. «Una provincia que estaba marcada por el trabajo de los criollos y los inmigrantes hoy está marcada por los piquetes», lamentó.
Zdero también instaló ese tema. El aspirante de Juntos por el Cambio prometió reducir impuestos para incentivar la actividad privada y la generación de empleo, respetar la estabilidad de los empleados públicos, y dijo que el Ministerio de Desarrollo Social «es un ministerio de arreglo con dirigentes sociales».
DE IDA Y VUELTA
«Acá no hay anarquía ni caos», retrucó Capitanich cuando retomó la palabra. «Garantizamos transparencia, nunca tuvimos un funcionario procesado», anotó. «Nosotros sí estamos, nosotros sí resolvemos», agregó, en medio de citas a los logros de sus años al frente del gobierno.
A medida que pasaban los bloques con diferentes temáticas, los cruces aparecían esporádicamente, aunque las propuestas continuaron ocupando el mayor espacio. «La educación es un fracaso», sentenció Martínez promediando el debate, que denunció «gran cantidad de horas cátedra diseminadas en punteros políticos».

«Hay escuelas que son cascarones vacío y tenemos menos médicos que diez años atrás», acusó Zdero, mientras que Capitanich dijo que el suyo es «el único gobierno qu cumplió con el artículo 83 de la Constitución Provincial», que obliga a que el 33% del presupuesto provincial, como mínimo, se destine al sistema educativo. El gobernador dijo que en su administración esa asignación es del 38%. «Escucho con mucha paciencia», dijo sobre las críticas de sus adversarios. En cuanto a salud, dijo que el presupuesto que vuelca en el área «es el más elevado de la historia del Chaco» y rescató logros como la reducción de la mortalidad infantil.
SIN TREGUA
El debate proseguía a un ritmo que alternaba propuestas y tiros por elevación. «Pareciera que la provincia (de la que habla Capitanich) no es la que viven los chaqueños», ironizó Zdero. «Si hay alguien que conoce esta provincia soy yo. No me digan que ustedes la conocen más que yo», respondió el gobernador en otro momento, y atribuyó episodios extremos en la salud pública, mencionados por Zdero, a «operaciones de prensa».
Al hablar de servicios públicos e infraestructura, Zdero acusó al gobierno de planear «dejar una bomba de mecha corta» en cuanto a las finanzas del Estado. «Vamos a auditar las empresas públicas, que hoy son cajas oscuras, cajas políticas. Las quebraron», disparó.
Capitanich contestó destacando realizaciones como 75.000 soluciones habitacionales e inversiones en obras de infraestructura como el gasoducto, el nuevo acueducto para el interior, la red de fibra óptica, los avances en electrificación rural y trama energética en general, además de 14.000 cuadras de pavimento y «la mayor inversión vial de la historia».
«Orgullo siento por lo que fuimos capaces de hacer. Por supuesto que falta, pero la plataforma básica está», agregó Capitanich.
EL TRAMO FINAL
Ya en la parte final, Martínez dijo que piensa «construir 20.000 viviendas como dice Coqui pero no con punteros políticos ni piqueteros que se hicieron millonarios», y sostuvo que «el 70% de las obras financiadas con presupuesto provincial van a la misma empresa». Zdero, en tanto, planteó que «en la provincia de los acueductos la gente sigue acarreando agua en bidones».
«No hay ninguna bomba acá», negó Capitanich cuando volvió a tener el micrófono abierto, y defendió el ordenamiento fiscal y las inversiones en agua potable y energía.
«Lo que le pido a Coqui es que si gana se quede en la provincia. Siento que está cansado. Que no nos deje con sus candidatos inventados. Si al año o los dos años nos abandona, va a ser una gran defraudación para los chaqueños», dijo Martínez cuando llegó el momento de cerrar la participación en el debate con un mensaje general.

«Hoy se expresan dos modelos, el de la corrupción, el de Cristina y Alberto, el que transó con las mafias, y el de dar vuelta la página para que podamos vivir mejor», dijo Zdero.
Capitanich se quedó con el cierre: «Veo un candidato que se dice experto en planificación, sin plan, y un candidato que se dice experto en gestión, sin gestión», descargó. «Gobernar no es para cualquiera. Los que dicen y hablan es porque nunca gobernaron. Los que pregonan la cultura del trabajo no se han caracterizado por trabajar. El 17 de septiembre tenemos una oportunidad para seguir transformando la provincia», remató.