Peligra el refrigerio de más de mil estudiantes por un conflicto con el proveedor de la EES N° 184
Se trata de un conflicto entre un proveedor de Sáenz Peña y la Escuela de Educación Secundaria N° 184 «General Martín Miguel de Güemes» que pone en riesgo el servicio de refrigerio escolar para más de mil estudiantes que asisten a la institución. El servicio de proveeduría ya está cortado y ni las autoridades regionales logran destrabarlo para garantizar la continuidad del refrigerio diario a los estudiantes. La escuela ya informó que tiene stock de mercadería para garantizar el refrigerio hasta el día miércoles 5 de noviembre y espera una solución de manera urgente.
Según pudo saber Diario Castelli, se trata de un tema adminsitrativo por inconveniente con la firma de los remitos de los meses de julio, agosto y septiembre de la empresa proveedora Centini SRL. Las diferencias entre la institución y la empresa de proveeduría ya vienen desde hace meses por cuestiones relacionadas con la metodología de entrega y facturación de la mercadería, razón por la cual la directora de la escuela, profesora Norma Paredes, no acepta firmar los respectivos remitos. El caso se torna cada vez más complejo y la Regional Educativa ya tiene conocimiento pleno de la situación, pero hasta el momento no hay soluciones.
El presupuesto mensual establecido para la escuela es de alrededor de 12 millones de pesos, y entre los reclamos de la institución, sostiene que todos los meses le va quedando un remanente a favor que a la actualidad asciende a los 29 millones de pesos. Sin embargo, los estudiantes están al límite de quedar sin servicio por falta de mercadería, e incluso tuvieron que salir a pedir colaboración a comercios para llevar provisiones a un campamento estudiantil, cuando la misma institución podría solventar con los recursos del refrigerio. La escuela también plantea que no cuenta con recursos humanos para brindar el servicio a los más de mil estudiantes que asisten en los turnos mañana y tarde, y son los docentes y auxiliares quienes lo hacen diariamente.
Las escuelas no manejan dinero ya que los proveedores tienen vínculo directo con el Ministerio de Capital Humano; pero son los directivos escolares quienes deben certificar los productos recibidos con la firmas de los respectivos remitos. En medio de este conflicto, la directora del establecimiento, profesora Norma Paredes, informó a la comunidad educativa y a las autoridades regionales que no autoriza el uso de su sello ni de su firma digital, alertando sobre el temor de que se utilice ese mecanismo para firmar los remitos pendientes.
