De Rosario a Europa, la ruta probable de la droga del avión de Avia Terai
El Cessna 210 Centurión de matrícula CP 3123 de Bolivia, que por razones que son investigadas terminó dado vuelta en un camino vecinal a siete kilómetros del caso urbano de Avia Terai, cuenta con custodia las 24 horas. La aeronave que trasladaba 324 kilos de cocaína, valuados en 622 millones de pesos, aterrizó en suelo chaqueño el 18 de julio cerca de las 16. Todavía los investigadores consultados por NORTE no pueden precisar si tuvo una falla mecánica o la aeronave debía aterrizar en la zona.
El punto del incidente fue en la ruta nacional 16, muy próximo a una escuela primaria en campo La Aurora. Fuentes -que pidieron reserva de identidad- aseguran que en ese campo habría una pista de aterrizaje para los aviones fumigadores.
La causa por el momento está en la Fiscalía federal de Sáenz Peña a cargo de la ayudante fiscal Pamela Michlig, quien a pesar de las reiteradas consultas de NORTE ha optado por mantenerse en silencio. El juez Ricardo Mihanovich sigue de cerca los acontecimientos mientras aguarda si su colega Zunilda Niremperger asume la investigación. Aquí la atención se centra en que la titular del Juzgado federal 1 de Resistencia regrese de las vacaciones atendiendo que, según Mihanovich, desde hace dos años tiene en el radar a los «vuelos irregulares» que surcan cielo chaqueño y que las pesquisas están a cargo de la Policía del Chaco.
Por lo que no se descarta que el Cessna procedente de Santa Cruz de la Sierra haya sido parte de las averiguaciones de Niremperger.
En el lugar donde está la máquina se dispuso un perímetro policial, mientras las autoridades de la dirección general de Consumos Problemáticos mantienen contacto con la cúpula de Gendarmería y fuerzas de Brasil, Bolivia y Paraguay.
Otro dato novedoso aportado por el magistrado Mihanovich es que una de las hipótesis, tal cual informó NORTE, es que la droga tenía por destino la ciudad de Rosario, pero se cree que se planificaba enviarla a Europa con salida desde Buenos Aires.
