El acusado de múltiples abusos Héctor Toledo lleva 24 días prófugo

El hombre es de Barranqueras y fue denunciado por su hijastra, a la que también habría sometido. Lleva casi un mes escondido de la ley.
Sheila Noguera acudió a NORTE para denunciar inacción policial y judicial, ya que el presunto abusador de sus hijas de 9 y 10 años continúa prófugo.
Y se quejó porque la imagen de Héctor Guillermo Toledo todavía la Policía del Chaco no la divulgó y la que se publicó en las redes debió hacerlo ella misma con ayuda de amigas, familiares y conocidos.
«Guillermo Toledo, o sea mi padrastro, abusó de mis hijas y a raíz de esto hice público todo porque no hay pistas de él, y cuando lo hice público conocí más casos y algunos son cercanos» . Según Noguera, «en total somos siete víctimas», ya que ella y una prima habrían sido víctimas de abuso hace casi veinte años.
La mujer, de 26 años, aclaró que «hay varias que no se animan a denunciar porque Toledo tiene muchos contactos, estaba afectado a la Municipalidad pero pertenece a la empresa Sameep, si bien en el municipio hace casi un año fue suspendido» , precisó Sheila.
El jueves 5 de mayo, a las 17,30, «entra mi nena de diez años a la pieza y me dice que la de nueve quería contarme algo, y estaba llorando; pero luego mi hija mayor se tomó un ratito y también me cuenta que Toledo le hizo lo mismo», refirió sobre los abusos que padecieron las niñas, las cuales fueron atendidas por el equipo de especialistas del Poder Judicial y del hospital Pediátrico.
Con las primeras medidas, la fiscal de investigaciones Liliana Beatriz Irala ordenó la detención al día siguiente del supuesto abusador serial, el cual ya se había ido del domicilio que tenía con la abuela de las víctimas en Barranqueras.
El acusado tiene 39 años y habría ya contratado un abogado pero si bien habrían existido intentos de parte del letrado de, una vez que se conozcan algunos informes forenses, entregar al depravado, ya a 24 días de la orden de captura, Toledo sigue prófugo.
«Él vive con mi mamá desde cuando yo tenía cinco años. A los siete comenzaron a pasar cosas y no fue fácil entender que la persona que yo veía como mi papá, él me hacía esas cosas, abusaba de mí. Y luego de grande me fui de casa, pero no me animé a denunciarlo hasta lo que pasó con mis nenas», explicó Noguera sobre el camino recorrido.