Fundación Rewilding: El año 2025 nos forzó a reflexionar, repensar nuestros logros, revisar nuestro legado
Naturaleza. Ecosistemas. Ese lugar que llamamos nuestra casa. Lo que nos desvela todos los días y queremos restaurar para que nos contenga un tiempo más, a nosotros, que somos todos los seres-especies que compartimos este planeta y que conformamos la gran comunidad de vida.
Acá estamos, nuevamente revisando los pasados 365 días, que parecen una vida en sí mismos, una cuenta regresiva en nuestra misión por evitar la crisis de extinción, la climática, la de los océanos, la de la propia humanidad.
Sin el agua sería muy difícil hacer rewilding. Si se “mueren” los ríos y se quedan sin agua los bañados y esteros aledaños, la fauna se verá obligada a migrar o morir. Las selvas y bosques se volverán desiertos en pocas décadas — resulta fácil de imaginar si pensamos en los grandes incendios de los últimos años.
Sabemos que los ríos y humedales son fundamentales para nuestra existencia en la tierra, así como los mares para la vida en el planeta. Por esta razón, luego de 27 años de existencia en Argentina como equipo de conservación, guiados por los mismos valores y misión nos hemos animado a dar un salto de escala para trabajar en toda la cuenca del río Paraná, en un territorio que abarca cuatro países y una diversidad de culturas, gobiernos, ecosistemas y amenazas de escala continental.
“Los Ríos del Yaguareté”, como hemos llamado a esta iniciativa, fue presentada públicamente junto a Kris Tompkins y tres organizaciones de Brasil, Paraguay y Bolivia en el marco de la Semana del Clima de Nueva York. Esta nueva visión expandida nos proyecta por otros 25 años, junto a muchas organizaciones pares, gobiernos, empresas y donantes comprometidos por la conservación de la naturaleza en una escala global.
Entendimos que podíamos desafiarnos un poco más porque contamos con un equipo experimentado, y con el apoyo de muchos de ustedes que hacen posible nuestro trabajo, para comprometernos no sólo a restaurar ecosistemas completos y funcionales, sino también a generar corredores ecológicos a lo largo de los principales ríos que los atraviesan para asegurar su resiliencia en el largo plazo.
Esto es, en otras palabras, trabajar a escala continental en vez de predial. Hasta ahora, nuestro trabajo consiste en administrar un sitio representativo de esa biodiversidad ecosistémica, reintroducir las especies claves, controlar las amenazas y abogar para protegerlo por ley.
Consiste, además, en manejar eficientemente junto al gobierno esta “arca de Noé”, desde donde la vida silvestre dispersa y recupera su territorio, o que puede servir de fuente para recuperar otros sitios donde las especies se encuentran extintas o en peligro de desaparecer.
Y, en simultáneo, consiste en trabajar en el paisaje circundante del área protegida junto con las comunidades rurales para desarrollar ejemplos de negocios regenerativos, sostenidos por la presencia del parque, en donde los vecinos se benefician directamente de la «Producción de Naturaleza».
Este modelo, que probó ser exitoso en el Gran Parque Iberá y que estamos replicando en El Impenetrable chaqueño, en Parque Patagonia Azul en la costa marina de Chubut y en Parque Patagonia en la cordillera de Santa Cruz, seguirán siendo nuestros proyectos bandera, mas ahora integrados a una visión de cuenca.
El año 2025 también nos encontró festejando la creación del Parque Provincial Patagonia Azul sobre un sector único de islas costeras. Sabemos que es apenas el comienzo —un buen comienzo— para proteger todo el golfo San Jorge y poder revertir los impactos de la pesca de arrastre en el Mar Argentino.
En Parque Patagonia, en las cabeceras del río Pinturas en la cordillera de Santa Cruz, la restauración de vertientes cobró fuerza: hoy se están manejando activamente seis humedales, lo que permite que viejos salares vuelvan a cubrirse de juncos, retornen las aves y puedan ser reintroducidos el coipo y la gallineta austral, esta última en peligro crítico de extinción. En términos de protección, hemos sumado el cañadón Caracoles al área de conservación y realizado mejoras en la experiencia de uso público con la construcción de pasarelas y de esa forma hacer posible la coexistencia entre escalada y la regeneración de humedales.
Y para la coexistencia con pumas, por su parte, la marca Parque Patagonia continúa impulsando el avistaje de estos maravillosos depredadores, a la par que se intensifica el entusiasmo en jóvenes “exploradores”, un programa de educación ambiental orientado a las comunidades vecinas, que cada año trae más jóvenes y familiares de municipios vecinos al parque a acampar y disfrutar del sitio que ayudan a preservar.
Entre los grandes hitos del programa de rewilding, este año liberamos a los primeros guanacos en El Impenetrable, donde se había extinguido hace más de cien años. Generamos las primeras translocaciones de yaguaretés salvajes entre dos parques nacionales, y de choiques entre Argentina y Chile.
Los proyectos de reintroducción de guacamayos, venados, osos hormigueros y yaguaretés en Iberá, donde ya habitan 43 de estos grandes felinos libres, continúan siendo exitosos, y se debe, en esencia, al trabajo meticuloso realizado con los vecinos para asegurar la coexistencia —un trabajo que deberá ser replicado en El Impenetrable en los años venideros.
Respecto a nuestro compromiso con la protección y restauración de las selvas, con orgullo compartimos la consolidación de nuestro equipo en el Arca Alto Bermejo, en las Yungas salteñas, donde hemos finalizado la construcción de una estación biológica. Allí, mediante cámaras trampa, hemos detectado a los primeros 11 yaguaretés en lo que va del proyecto.
En la Selva Atlántica hemos iniciado el Arca Iguazú con la adquisición de la primera propiedad en Misiones, sobre el río Iguazú. Asimismo, en Iberá logramos adquirir, tomar posesión y liberar de amenazas a 3600 hectáreas en el corazón del humedal, claves para evitar la propagación de incendios y la caza.
Nuestra fundación abarca todos estos aspectos a fin de cumplir el legado y los sueños de todos los que eligen, junto a nosotros, transitar otro camino en este planeta; uno de belleza, junto con una naturaleza vibrante, con integridad natural y cultural, con opciones económicas regenerativas y, sobre todo, un camino de esperanza para las generaciones futuras compartiendo el planeta con toda la vida silvestre.
Sofía Heinonen
Directora Ejecutiva
Fundación Rewilding Argentina
