La historia de Engels, el sacerdote nicaragüense que llegó a Castelli para sumarse a la misión evangelizadora
La historia de Engels, el joven sacerdote nicaragüense que llegó a Castelli hace pocos días para sumarse a la tarea evangelizadora de la parroquia Nuestra Señora del Valle.
Estuvo dos años en España y decidió no regresar a su país por temor a la persecución que sufren los líderes religiosos por parte de la dictadura de Daniel Ortega. En una entrevista radial en el programa «La Primera Mañana» por FM Norte», Engels relató la difícil situación de su país, y aseguró que su propia madre le pidió que no regresara por temor a eventuales persecuciones del gobierno. «Cuando tenía que regresar de España, mi obispo me recomienda que mejor no intente volver a Nicaragua, y me propone la misión a Argentina; pero estaba la posibilidad de decir que no e intentar regresar al país; entonces la que tomó posición radical fue mi mamá que me pidió que bajo ninguna circunstancia hiciera eso», contó y subrayó que «en mi caso coincide con esta penosa situación en Nicaragua de sacerdote que son encarcelados, que no los dejan entrar al país o directamente los expulsan».
También relató que su familia está en Nicaragua y reconoció que una de la que más insistió en que no volviera al país fue su madre. «Imagínese al punto de que una madre diga que prefiere que su hijo se vaya a otro país, es porque la situación está complicada«, sostuvo.
Sus primeros días en Castelli fueron intensos y ya participó de ceremonias en la fiesta patronal de Miraflores y en zonas rurales; y tomó contacto con grupos de la parroquia Nuestra Señora del Valle. «Es enorme la comunidad religiosa, con lo poco que he logrado ver, es justo reconocer el trabajo que están haciendo los sacerdotes Osvaldo y Orlando que es enorme; espero con mi colaboración intentemos fortalecer esa misión de llevar a Dios», recalcó.
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LA DIFÍCIL SITUACIÓN POLÍTICA DE NICARAGUA
Engels contó que en su país tienen un presidente desde hace 10 años «que ha ido minando la independencia de poderes, la separación de las instituciones, contaminando con la ideología y la política; y desde el 2018 con el levantamiento popular ante unas reformas de las pensiones, en vez de buscar una solución mediante el diálogo, lo que hizo fue aplicar una represión mediante las armas donde se registraron muchos muertos y desaparecidos». En ese sentido, recordó que la iglesia católica tomó posición clara, «porque tiene la costumbre dee señalar lo que está mal, y eso no les suele gustar a los dictadores y a los que quieren mantenerse en el poder»
Daniel Ortega asumió el año pasado por quinta vez (cuarta consecutiva) como presidente de Nicaragua en medio de un extenso rechazo de la comunidad internacional a las elecciones en las que resultó reelecto.
Agregó que «a partir de esa posición de la iglesia católica, el tono del gobierno cambió radicalmente, se vuelve muchísimo más autoritario y empieza a parecerse a países como Cuba o Corea del Norte con un poder único, donde ya no hay Ley ni Constitución Nacional, lo que hay es la voluntad del gobernante y empieza a erradicar del país toda disidencia: política, periodística, literaria y el último bastión que queda para ellos es la disedencia de la iglesia. Entonces habiéndose dado cuenta que no pueden erradicarla, el camino que aplican es intimidar y someter al miedo y que impere el silencio». En su crudo relato de la situación, contó que «hoy están prohibidas las profesiones, no se pueden hacer actividades religiosas en público, se han confiscado colegios católicos y cerrado univeresidades católicas, prohibieron a la iglesia hacer operaciones bancarias y recibir donaciones; y hay persecuciones a obispos y sacerdotes; tenemos una docena de sacerdotes en la cárcel y muchísimos fueron expulsado o les han negado el ingreso», recalcó..
