«La Capital del Norte Chaqueño» celebra sus 82 años de vida, recordando a sus primeros habitantes que sentaron bases sólidas, y con la mirada firme en los grandes desafíos que se presentan para el futuro. Una ciudad joven que acoge una diversidad de expresiones culturales, de actividades productivas y de costumbres que aún se mantienen vigentes.

Desde sus inicios, hubo una multiplicidad de corrientes que parecieran haber encontrado en estas tierras su lugar en el mundo. Es la cuna de criollos, de aborígenes y de imigrantes europeos que a lo largo de ocho décadas supieron convivir en paz y amonía.

El mural que representa la gran diversidad cutlural de Castelli

Hoy, Castelli es una de las ciudades con mayor diversidad de actividades culturales, donde se reviven costumbres y tradiciones de generaciones pasadas. Muchas de ellas se van convirtiendo en los últimos años en atracciones para visitantes de otros lugares que llegan a la zona.

En cuanto a la producción primaria, hay renovadas expectativas en el algodón que podría duplicar su extension de siembra con relación al año pasado, esa actividad que vio nacer al pueblo y que acompañó su crecimiento durante décadas.

La siembra de frutas creció mucho en los últimos años, aunque la competitividad de otras regiones productivas terminó afectando la comercialización en las últimas campañas.

La plaza San Martín, un lugar histórico donde con el obelisco de la ciudad

La apicultura cerró una campaña prácticamente nula como consecuencia de factores climáticos, pero se renovaron las esperanzas, especialmente con la posibilidad de comercializar en mercados internacionales. La actividad ganadera ha mejorado considerablemente su calidad genética en los últimos años, pero el contexto económico nacional genera complicaciones en los precios.

En lo comercial e industrial, el panorama no es el mejor debido a la situación económica del pais. Algunos importantes emprendimientos privados tuvieron que cerrar sus puertas porque sintieron el impacto de la suba de los costos y la caída en ventas, entre ellos, dos importantes hoteles que habían llegado ante las expectativas que está generando el turismo en el Impenetrable.

Pero sin dudas, las esperanzas siguen firmes, aún en medio de una crisis que golpea fuerte. Se puede seguir soñando con una ciudad en pleno crecimiento, porque nuestra historia lo marca que la principal fortaleza de este pueblo está en la capacidad, el compromiso y en el optimismo de su gente.

*Por José María Cuellar (Publicado en Suplemento aniversario de Castelli el 03/10/2018)

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