Brasil: más de 500.000 muertos por Covid
Las autoridades anunciaron este sábado que el país superó el medio millón de muertos el mismo día que el ministro de Comunicaciones, Fabio Faria, lo minimizó y propuso festejar la cantidad de recuperados, mientras miles de personas se manifestaban en más de 400 ciudades para pedir el juicio político y la renuncia del presidente Jair Bolsonaro.
“500.000 vidas perdidas por la pandemia que afecta a nuestro Brasil y al mundo”, tuiteó el ministro de Salud Marcelo Queiroga, sin precisar el balance de las últimas 24 horas. Hasta el viernes, su ministerio había contabilizado 498.621 muertos, con un promedio diario de más de 2.000 en los últimos siete días.
Poco antes, su compañero de gabinete y yerno del magnate Silvio Santos, dueño del canal de tv bolsonarista SBT, Faria, relativizaba esa nueva marca de fallecidos. “Veremos a políticos, artistas y periodistas lamentando el número de 500.000 muertos. Nunca los veremos festejar las 86 millones de dosis aplicadas o los 18 millones de curados, porque apuestan al cuanto peor, mejor”, dijo Faria.
Protestas contra el gobierno
Brasil vivió este sábado la más grande manifestación a nivel nacional para pedir la salida de Bolsonaro, que fue calificado de “genocida” por su accionar negacionista durante la pandemia, a la que comparó como “una gripecita”, además de oponerse a ciertas vacunas por su país de origen, a las cuarentenas y al uso de barbijos.
Las manifestaciones comenzaron pasadas las 9.30 en centenas de ciudades de Brasil y del exterior, en una jornada convocada por partidos y movimientos sociales opositores para repudiar el manejo de la pandemia por parte del gobierno y reclamar la destitución de Bolsonaro.
La jornada de protesta se inició con movimientos de brasileños en las principales capitales europeas, como Roma, Madrid, Lisboa, Londres, París y Berlín, que llevaban carteles como “Bolsonaro genocida”.
En Río, la concentración se inició a partir del mediodía en la plaza Cinelandia, tradicional escenario de las protestas de la ciudad maravillosa, y en San Pablo frente al Museo de Arte (Masp), en la avenida Paulista, principal arteria de la mayor urbe sudamericana.
El pedido central tiene como objetivo presionar al presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, bolsonarista del conservador Partido Progresista (PP), para que acepte uno de los más de 100 pedidos de juicio político presentados contra Bolsonaro.
Las acusaciones principales son por atentar contra la salud pública, sobre todo el año pasado, cuando en lugar de vacunas buscó la “inmunidad de rebaño” ofreciendo el antipalúdico cloroquina como un remedio milagroso y preventivo, algo que no está confirmado por la ciencia y que genera efectos colaterales.
Es por eso que Bolsonaro es el centro de la investigación de una comisión del Senado que abrió una pesquisa criminal contra el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, su antecesor, general Eduardo Pazuello, y otras 12 figuras del bolsonarismo.
Entre ellos hay empresarios y médicos a los que se acusó de formar parte de un “gabinete antivacunas” que abonaron en 2020 las teorías del expresidente de EEUU Donald Trump y del primer ministro británico Boris Johnson y las mantuvieron hasta inicios de 2021.
Con la baja de popularidad de Bolsonaro al 24%, el peor registro de su mandato en mayo, también subió rápidamente el favoritismo en la encuesta de Datafolha del expresisdente Lula, que aparece vencedor en primera y segunda vuelta en 2022.
Ante esto, Bolsonaro organizó caravanas de motociclistas ultraderechistas para mostrar músculo en las calles que fueron respondidas por estas manifestaciones de la izquierda. La semana pasada en San Pablo una caravana reunió a miles de motociclistas, que las redes bolsonaristas dijeron que eran 1,3 millón de adherentes. El conteo del peaje de la carretera de los Bandeirantes indicó que fueron registrados poco más de 6.600.
El mandatario se mostró el viernes durante un acto oficial en el estado amazónico de portando una camiseta con la inscripción “Bolsonaro 2022”, hecho que viola la ley electoral.