Sueño cumplido: Oscar Scheider construyó su propio avión experimental

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Oscar Scheider  es un conocido poblador de Castelli,  apasionado por la aviación que después de varias décadas pudo concretar su sueño de construir su propio avión experimental.

En una entrevista con NORTE, contó que desde muy chico veía pasar el avión de la Asociación Gabriela Mistral por sobre la escuela N° 380 del paraje La Indiana piloteado por el histórico Roque Gay.

• Luego de 5 años de trabajo, dedicando interminables horas, Oscar pudo concretar su sueño de tener un avión experimental supervisado y aprobado por la ANAC.

Este lunes 7 de diciembre cumple 60 años, sin dudas un festejo muy especial con uno de sus grandes sueños concretados. Oscar vivió su niñez y parte de su adolescencia en esa zona rural donde asistía a ese establecimiento educativo primario, y desde ese momento comenzó a sentir atracción por la aviación y soñaba con conocer un avión. “Me parecía tan extraño que dentro de un aparato tan pequeño, como se lo veía desde la distancia cuando volaban, pudieran viajar personas”, recordó  con nostalgia. Cuando comenzó a viajar a Castelli tuvo la oportunidad de observar de cerca en la pista de aviación al legendario avión que cumplía una tarea sanitaria y social muy importante para la región. Al poco tiempo, se animó a diseñar una miniatura de un avión, lo que fue su primer pequeño proyecto. Luego le tocó cumplir con el servicio militar en el año 1.978 y allí pudo experimentar momentos inolvidables observando sobrevolar aeronaves de distintos modelos.

• Con el proyecto terminado y las pruebas de vuelo realizadas, Oscar disfruta de este momento y se prepara para realizar el curso de piloto y obtener su licencia.

LA PASIÓN POR LA AVIACIÓN

Ya transcurridas varias décadas con la misma pasión, en el 2013 compró un aeromodelo a control remoto y compartía  con un grupo de amigos la afición de hacer volar. En ese ámbito de apasionados por la aeroaviación, dos amigos, Germán Torres y Juan Weckwer,  ya  habían logrado tener sus propios proyectos y ellos mismos lo fueron alentando para que comenzara a emprender el suyo. “Una vez el doctor Torres tuvo que sacar el motor para mandarlo a reparar, y ahí pude ver por primera vez cómo funcionaba la parte mecánica de un avión, y descubrí que no era nada de otro mundo”, recuerda. Oscar desde hace décadas se dedica a la mecánica de tractores y vehículos en general, y eso le sirvió para diseñar su proyecto personal.

Horas de dedicación para alcanzar el sueño: Oscar fue confeccionando cada una de las partes de su proyecto bajo las normas reglamentarias supervisadas por la Amac

Así comenzó con la firme convicción de fabricarlo íntegramente con sus propias herramientas.  En el año 2014 adquirió un plano de fabricación del modelo de avión  Ultraliviano Flightstar Biplaza y al año siguiente se puso manos a la obra.

Fue consiguiendo de distintos proveedores a  través de internet los materiales especiales para iniciar la obra. Así, la estructura fue confeccionada con caño de aluminio aeronáutico empalmado con plantillas y remaches de acero inoxidable; mientras que para el revestimiento adquirió una tela poliamida termo contraíble.

En sus horas libres, aprovechaba para avanzar. Adquirió todos los materiales especiales a través de internet y construyó su propio proyecto

Cada una de las etapas de la construcción iba siendo verificada y aprobada por la Administración Nacional de Aviación Civil – ANAC – organismo que regula y fiscaliza  la aviación civil argentina, optimizando niveles de seguridad operacional en el espacio aéreo del país. Ahora, sólo le falta la inspección final del organismo nacional para la habilitación definitiva; y su próximo desafío es realizar el curso oficial de piloto de avión para poder obtener su licencia.

MUCHAS HORAS DE TRABAJO

Oscar contó  que a lo largo de estos 5 años que le demandó el proyecto, le dedicó muchas horas de su tiempo disponible para avanzar con los trabajos.

“Fueron muchas horas que le dediqué, pero sinceramente lo hacía con tanta pasión que durante el día esperaba ansioso salir de mi trabajo del taller mecánico para avanzar con el proyecto,  y cuando me conectaba con la obra parecía que me pasaba el cansancio”, sostuvo.

Sin dudas, los fines de semanas eran los días que más horas  le dedicaba, y el tiempo del aislamiento social por la pandemia también le permitió avanzar rápidamente con el proyecto.

En su ámbito de trabajo, allí donde pasó varias horas durante 5 años años para concretar su gran anhelo

El 2 de noviembre, el  doctor Torres  realizó la primera prueba y luego una segunda prueba de 5 kilómetros. “Todo me salió perfecto, solamente algunos detalles que estamos ajustando para que el proyecto quede definitivamente terminado”, contó con alegría Oscar.

El avión lleva un motor aeronáutico de 65hp de doble encendido preparado para una tripulación de dos personas. La prueba de vuelo está prácticamente terminada y apenas obtenga de autorización definitiva de la ANAC, quedará el proyecto finalizado íntegramente. “La finalidad es usarlo como un hobby, está matriculado como avión experimental”, aseguró Oscar.

• En el antiguo galpón de la Asociación Gabriela Mistral, Oscar exhibe su obra lista para salir a volar

Tiene un peso total de 315 kilos, preparado para una tripulación de 180 kilos, además de los 60 litros de combustible, con una autonomía de vuelo de 3 horas.  Sus dimensiones alcanzan los 10 metros de ancho total por 6 metros de largo y en la prueba de vuelo alcanzó una velocidad de 100 millas (160 kilómetros por hora). “Es otro sueño hecho realidad”, reconoce Oscar que se prepara para realizar el curso de piloto matriculado para salir a volar y disfrutar de su gran pasión.

*Texto: José María Cuellar   – *Fotos: Yamila Scheider

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