Argentina y Venezuela se cruzan por los Derechos Humanos
Fue en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU, a raíz de una exposición de la canciller de ese país.
En una entrevista con el diario The Washington Post publicada el viernes, Mauricio Macri sostuvo nuevamente su crítica opinión sobre la gestión chavista en Venezuela y dijo estar «listo» para «ser la voz» en defensa de «los derechos humanos en todo el mundo». Se trata de un tema central en la nueva relación de la Argentina con los Estados Unidos y vale remitir al comunicado de la Casa Blanca de esta semana que, al confirmar el viaje de Barack Obama para el 23 y 24 de marzo, explicitó que en este país el presidente estadounidense abordará la «agenda de reformas» del jefe de Estado argentino y también vendrá a «reconocer sus contribuciones a la defensa de los derechos humanos en la región».
Punto y aparte. Esta semana, aunque pasó desapercibido por ser un tema sutil de la diplomacia internacional, Argentina y Venezuela chocaron en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas precisamente por esta cuestión.
Como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, en febrero al país caribeño le tocó el turno de presidirlo. El lunes pasado, la canciller de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, acaparó la atención en un Debate Abierto, que forma parte de los temas que van proponiendo los países en el organismo encargado de velar por la paz y la seguridad global. Representando a la canciller Susana Malcorra había viajado el vicecanciller Carlos Foradori.
«Respeto al Derecho Internacional para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales», se llamó el discurso de Rodríguez, la misma funcionaria que arremetió contra Macri en la cumbre del Mercosur, en Paraguay, en diciembre pasado, después de que el argentino le pidiera a Maduro por los presos políticos en su país.
Aunque se trata de un tema que se da en otros planos como la crítica situación en Siria y se dio con la de Libia –el intervencionismo versus el anti intervencionismo– en el Consejo de seguridad la ministro de Maduro se despachó con el tema que, según fuentes de la ONU, todos supieron que estaba inspirado en la ola de críticas a Caracas que empezaron a surgir con la voz de Macri, y que generó también un debate inédito en el propio Mercosur.
Rodríguez apeló con insistencia a que los principios de la Carta de las Naciones Unidas –una suerte de constitución que instauró las bases del organismo– llevó a que la Asamblea General adoptara «la Declaración sobre la inadmisibilidad de la intervención en los asuntos internos de los Estados y la protección de su independencia y soberanía». La funcionaria consideró esto como parte de las «nuevas amenazas a la soberanía e independencia política de los Estados» y pidió «evitar en el ámbito del Consejo de Seguridad «la aplicación de dobles raseros».
La respuesta de Argentina no tardó en llegar de boca de Foradori. A su turno, el vicecanciller argentino hizo alusión a «los hombres y mujeres que forjaron la Carta de las Naciones Unidas». Señaló que los derechos humanos y los principios de no intervención no se superponían. Y remató, levantando la temperatura interna de los venezolanos: «La promoción de la paz y la justicia, se constituyó así como uno de los 17 objetivos globales de la nueva Agenda para el Desarrollo Sostenible. Por ello se debe avanzar en un enfoque integral para la consolidación de todos los objetivos. Es así menester que los Estados no escondan la ausencia del respeto por los derechos humanos, dentro de la cómoda premisa de la no injerencia en los asuntos de otros Estados»